Transantiago no sólo ha sido un problema. También hay líneas que son eficientes a la hora de prestar sus servicios. Es el caso del recorrido de buses Súper Expreso que va entre la estación de metro Santa Ana y Plaza Puente Alto. Diariamente se transporta a cinco mil doscientas personas.
Los usuarios coinciden en que el tiempo de viaje va entre los 30 y 45 minutos, imposibles de lograr con el antiguo sistema. En las micros amarillas este recorrido en horario punta podía demorar una hora y media. Otro aspecto que valoran es la comodidad: el tiempo de espera para abordar no supera los quince minutos, no se permite sobrepasar la capacidad de asientos del bus, se obliga a mantener normas de higiene, etc.
El servicio es temporal. Si se suspende en mayo, como lo señaló “off the record”, los usuarios temen volver al caos de principios de año. Es demasiado el contraste entre ambos sistemas. Se presenta un nuevo desafío para el Ministerio de Transportes: cómo seguir sin perder los estándares de eficiencia y calidad.
A nuestro parecer el temor de los usuarios es fundado. Transantiago no ha entregado información sobre cómo va reemplazar el actual sistema. Se crea innecesariamente un clima de incertidumbre.
Creemos que la gran lección de esta operación es que es posible tener un sistema que deje satisfechos a los usuarios. Es una buena idea tener servicios expresos de buses troncales que continúen el mismo recorrido. Otra lección: si se quiere eficiencia no es posible que una micro pare en cada cuadra. Los buses expreso que salen de Santa Ana sólo lo hacen en el hospital Sótero del Río antes de llegar a destino. Hay que perfeccionar la distribución de los paraderos.
Creemos que es una buena oportunidad para confirmar que de los errores se puede aprender.
jueves, 15 de noviembre de 2007
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1 comentario:
1. Entregan una opinón sólida y bien argumentada. Salvo lo de "en off", no entendí quién era el que les daba el "off". Pero sí, es una opinión redonda.
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